mayo 25, 2014

Mensaje del Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, en el acto de toma de posesión del cargo (2011)

MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE SALTA 
Juan Manuel Urtubey 
EN EL ACTO DE TOMA DE POSESION DEL CARGO
EL 10 DE DICIEMBRE DE  2011

Señor Vicegobernador de la Provincia y Presidente del Senado, amigo y compañero de ruta, Andrés Zottos; señoras y señores; Senadoras y Senadores, Diputadas y Diputados integrantes de esta Asamblea Legislativa; señor ex Gobernador Constitucional de la Provincia, amigo Hernán Cornejo; señor Vicegobernador de la provincia de Catamarca, Dr. Dalmacio Mera, hermano, compañero y amigo, gracias por venir (aplausos), la profunda amistad que tenemos incrementa aún más esa enorme responsabilidad en el camino a la integración de nuestros pueblos -esto que digo lo querría decir alguien que hoy acá no está y tendría que haber estado en Catamarca, tampoco está, seguramente debe estar festejando por partida doble- (aplausos); señor Presidente de la Corte de Justicia de la Provincia; señores Jueces de la Corte; señor Presidente del Colegio del Ministerio Público, integrantes; señor Senador de la Nación; señorita y señores Diputados de la Nación; funcionarios de la Justicia Federal; señor Jefe de la V Brigada del Ejército; representantes de Gendarmería Nacional, de la Policía Federal con asiento en Salta; amigo y compañero Intendente de la ciudad de Salta; señores y señoras Intendentes de la Provincia, muchísimas gracias por estar, ustedes son parte central en la instrumentación de las políticas públicas para llevar dignidad al pueblo salteño; señor Arzobispo, Monseñor Mario Cargnello; señor Obispo, Monseñor Marcelo Colombo, pastores de nuestro pueblo, muchísimas gracias por su presencia siempre, por sus palabras de aliento y su permanente oración; a los familiares del querido y recordado Miguel Ragone, doña Clotilde, este año gracias al impulso de alguien que ya no está entre nosotros, el ex Presidente de la Nación, el Dr. Néstor Kirchner, hemos dado un paso trascendente que nos mejora como sociedad, pero tengo muy presente que Miguel solo descansará en paz cuando esos sueños que guiaron su vida y causaron su muerte sean una realidad efectiva en nuestra amada Salta; a mi madre, a mis hermanos que siempre están; a la banda de sobrinos de arriba, Jimena, Marcos, Lucas, Mateo, Conita, gracias por su entrega, por su comprensión (aplausos) y gracias más grande a mi amado pueblo de Salta, verdadero protagonista de esta enorme manifestación de amor que representa el cambio que estamos realizando juntos.
Luego de cuatro años de gobierno Dios me ha permitido llegar a este recinto con más apoyo, con más experiencia, con mayor conocimiento; conocimiento que me fue dado en cada paraje, en cada pueblo, en cada barrio de la ciudad de Salta, por amigos, por adversarios, por aciertos, por errores. Llego también con mis ganas, mi esperanza y mi voluntad de cambio intactas, para seguir haciendo de Salta una provincia más justa.
No esperen que haga una reseña de lo hecho, no estoy aquí para eso, lo hecho ha sufrido una evaluación más rigurosa y desinteresada que puede tener una gestión: la del voto popular.
Estoy aquí para seguir, para cambiar, para mejorar, para decir lo que todos sabemos pero no todos decimos, estoy acá para decirles que Salta crece porque crecemos los salteños, pero que aún vivimos en una Provincia con una profunda inequidad y que mi gobierno y yo la tomamos como al único enemigo a enfrentar. La inequidad viene siempre acompañada de dolor, de frustración, de ausencia de derechos, lo vivimos todos los días en nuestra amada Salta. No podemos permitirlo ni mucho menos olvidarlo, el esfuerzo en la asistencia a los más desprotegidos, es prioridad ahora, lo fue hace cuatro años, lo será mañana, a fondo, sin descanso.
Señoras y señores, la pobreza no es parte del paisaje, la pobreza es una realidad que debe cambiar, en la que venimos trabajando y va cediendo, pero que nos va a acompañar un tiempo largo, y contra la que debemos luchar todos los días, todo el tiempo. Nuestra historia nos enseña que aquellas batallas que algunos consideran perdidas, otros las ganan y vencen. Aquí, a mi izquierda, vemos la representación de ello, evocando la memoria de nuestro héroe. Estoy acá para decirles que tenemos herramientas en esta lucha, desde hace cuatro años las estamos usando y que vamos a cambiar sin vergüenza las que no han funcionado y vamos mejorar aún más las que han sido exitosas.
Señoras y señores, junto a nuestra querida Presidente de la Nación, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, hemos hecho cambios trascendentes y hemos iniciado procesos que no tienen vuelta atrás porque el pueblo ya los considera propios.
Estoy convencido que la toma de conciencia acerca de nuestros problemas es condición necesaria para encontrar soluciones, de que el sentido del deber es el motor y el trabajo incesante es esa manera de destruirlo. Solemos hablar del futuro, todo lo hacemos y es correcto, es una obligación que los salteños nos demos políticas que transciendan gobiernos y que progresen en el tiempo para el progreso de nuestros hermanos, pero no es menos cierto que aquellos padres que batallan para un futuro para sus hijos tienen derecho a un presente mejor, a un presente digno. Me niego a usar el futuro como una promesa que pretenda evadir el presente, les puedo asegurar que acepto el reto de un presente mejor, a muchos de nuestros hermanos el futuro les queda muy lejos, casi tan lejos como a veces estamos los que fuimos elegidos por ellos. Cuál es el desafío que comienza en este instante: ser mejor Gobernador, hacer un gobierno mucho mejor, escuchar mejor a los que nadie escucha. Los salteños lo necesitan y confían en quien habla, y jamás traicionará esa confianza. (Aplausos)
Los invito a todos a ver cuántos de nuestros hermanos han renovado su infatigable esperanza, ya basados en hechos, en cosas tangibles, en mejoras, en conductas. El gran luchador de los derechos civiles Martín Luther King dijo: «si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habrá vivido en vano». Con toda humildad les quiero decir que no he vivido en vano y que mi vida debe ser servicio al prójimo, es el fin último de la política y es el primero que olvidamos todos.
Quiero que sepan que cada mañana me levanto pensando en continuar la ruta emprendida hace cuatro años, cueste lo que cueste, que para mí no hay cansancio que justifique el descanso.
Miles de salteños viven en condiciones durísimas y también cada mañana ellas y ellos salen a ganar el día para los suyos, sin escatimar esfuerzos, sin especulaciones, ellos son el verdadero gabinete de un Gobernador, ellos son los asesores que no mienten nunca, esas son las personas de las cuales no sí sus nombres, pero sí recuerdo sus rostros, porque son el rostro de esa Salta profunda que todavía nos duele.
Pese a todo lo hecho y sin eufemismos debemos seguir trabajando cada vez más.
No tengo ni pretendo laureles donde dormir, tenemos que continuar mejorando los servicios de salud para todos los salteños. Necesitamos hacer más hospitales, necesitamos seguir renovando equipamiento y necesitamos, todos los involucrados, pensar en nuestros hermanos con generosidad, caridad y entrega. Necesitamos también, en forma imperiosa, continuar con la construcción de escuelas, refaccionar y mejorar todas aquellas que lo necesiten, dar mejores condiciones a los docentes; y más importante aún, más educación de calidad para nuestros hijos.
El presupuesto educativo, gracias al apoyo de ustedes, ha crecido exponencialmente en los últimos cuatro años, pero siempre parece poco. Sabemos que hace falta luz, agua, techo para miles y miles de salteños, y vamos a seguir sin parar para que esas necesidades queden en el pasado.
Sabemos que pese a la incorporación de efectivos, a la mejora sin parangón de equipamiento y formación profesional, al esfuerzo de esos hombres, a la creación y eficiencia de la Agencia Antidrogas, al aporte invalorable de Gendarmería Nacional, la inseguridad y el consumo de drogas tienen un nivel inaceptable. No es consuelo para este Gobernador, que sean los más bajos del País, para nada. Sepan todos, buenos y malos, que no vamos a detenernos, que no vamos a mentir, que la guerra contra el delito y el tráfico de drogas es y será sin cuartel (aplausos), que la asistencia a las víctimas del delito y de la droga será permanente, ningún derecho humano será vulnerado jamás. Ustedes ya me conocen, confío en una justicia implacable que castigue a los delincuentes.
Necesitamos que los que puedan dar trabajo, lo hagan, los vamos a seguir apoyando. En Salta, dar trabajo no es un riesgo, es una oportunidad. Necesitamos que los que den trabajo tengan energía y continuaremos apoyándolos.
Sabemos que el campo necesita aún más de todo lo que hemos hecho juntos y juntos lo vamos a lograr. Necesitamos que la industria siga creciendo como lo ha hecho en estos cuatro años, necesitamos continuar generando trabajo genuino. La desocupación y el empleo informal fueron, son y deben seguir siendo un flagelo inaceptable por todos.
A ese arduo trabajo, también debemos sumarle el cuidado del ambiente, es trascendental. Hace muchos años que lo vengo diciendo y trabajo en consecuencia, la población ya ha tomado conciencia de su importancia, desde los más humildes hasta los que más tienen. He recibido cientos de quejas y miles de apoyo pero no son obstinados; es en el diálogo donde vamos a encontrar el equilibrio, pero sepan desde ya que no se vuelve al pasado, es al futuro hacia donde apuntamos. Las puertas y las mentes están abiertas. La devastación de nuestra tierra está cerrada para siempre al igual que su indebida apropiación.
Quiero que los jóvenes que hoy están en la universidad, que conduce mi amigo el Rector de la Universidad Nacional, el amigo Rector de la Universidad Católica, de todos los institutos terciarios, se quieran quedar en Salta y que puedan quedarse en Salta, en esta Provincia que los crió y que los educó; los necesitamos, los queremos con responsabilidades en las fábricas, en las industrias, en el campo, en el Estado Provincial, en los Estados Municipales; los necesitamos en los hospitales, en los colegios, en las obras. En una palabra, debemos generar las condiciones para ese recambio que no exige afiliación a ningún Partido (aplausos). La única exigencia es el profundo amor por lo propio y el orgullo por lo que puedan hacer.
Hace pocos días, una niñita poco menor que Juanita, mi hija, sufrió el escarnio de los Directores de una Guardería o Jardín, que pegaron en su delantal una cuota impaga. Porque lo digo acá. Porque no es un tema menor, es un símbolo de lo que no queremos, es discriminación e intolerancia, es salvajismo e ignorancia, pero una vez más los salteños mostraron sus anticuerpos, la indignación general, el repudio unánime, la excelente repercusión generada por los medios de prensa -a quienes felicito por su trabajo-. Toda esa reacción seguramente nos habla del dolor de esa familia y de esa niña, pero si los tenemos frente a cada hecho aberrante como eso, les aseguro que no pasará, el cambio y la transformación son posibles y los salteños sabemos decir ¡basta! Lo hacemos permanentemente. (Aplausos)
Es contra eso que gobernamos, es por esa niña, es por esos chicos de comunidades wichis de General San Martín, de Rivadavia, que sufren la indeferencia de la mirada cultural de cada uno de nosotros, por aquellas madres que dudan si tener a sus hijos para ahorrarle sufrimiento. Es por eso que nunca, nunca, vamos a aflojar.
Hay que entender de una vez por todas, el desarrollo, la modernidad, el crecimiento no se basan solo en planes económicos, se basan en la asistencia a los que la necesitan, en la salud, en la educación, en el trabajo. Es allí donde se crece, no nos engañemos con espejitos de colores, con la pompa anacrónica, con las necesidades inventadas, hay tanto para enorgullecernos, tanta historia, tanto arte, tanta capacitad, para que construir frivolidades, ídolos de barro, palabras vacías.
Señoras y señores, no estamos ni pretendemos transformar la economía, estamos luchando para transformar la realidad de los salteños con una economía sana y transparente y esa lucha no se detiene mientras quien habla ocupe este lugar que ocupo por mandato de los salteños. (Aplausos)
Por último, e invocando la protección de nuestros santos patronos, el Señor y la Virgen del Milagro, quiero leer la frase de una persona que ilumina todos mis días: «Nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando», decía la Madre Teresa de Calcuta.
Queridos salteños, hagamos que el más humilde de nuestros hermanos pueda decirse y sentir «vencido nunca estás».
Muchísimas gracias. 
JUAN MANUEL URTUBEY

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