junio 20, 2014

Resolución de la Primera conferencia Latinoamericana de Solidaridad –OLAS- sobre el colonialismo de América Latina (1967)

Primera conferencia Latinoamericana de Solidaridad –OLAS-
RESOLUCION SOBRE EL COLONIALISMO EN AMERICA LATINA
[1967]

A siglo y medio de la gigantesca epopeya de la primera independencia, territorios de nuestra América se mantienen aún uncidos de forma directa o indirecta al odioso yugo de la opresión colonial. 
A los opresores coloniales franceses, ingleses, holandeses que existían entonces, se agregaron los Estados Unidos, que reemplazaron a España en Puerto Rico y a Dinamarca en las Islas Vírgenes.
La supervivencia de esta caduca forma de explotación colonial en nuestro Continente, llena de indignación a los patriotas y revolucionarios que combaten toda forma de dominio imperialista y luchan por la plena independencia de nuestros países.
No ha sido por falta de valentía y decisión que estos pueblos no hayan alcanzado su independencia. Largas y heroicas son las páginas escritas por los americanos que aún viven bajo la dominación colonial. Tal vez ningún ejemplo como el de Puerto Rico, caracterice la agonía y la lucha de un pueblo pequeño, aislado geográficamente, batiéndose con sin igual denuedo contra un enemigo que le supera infinitamente en fuerzas y recursos materiales.
Hoy los territorios -de esas colonias siguen siendo aprovechados por las metrópolis como mercado para sus productos, fuentes de materias primas, reserva de mano de obra barata; como trampolín para la explotación neocolonial de otros pueblos, desde sus refinerías, sus puertos con zonas francas, sus bases para flotas pesqueras y como bases militares con fines agresivos contra los movimientos revolucionarios.
La lucha contra la dominación colonial no puede ser burlada con la creación de un “Estado Libre Asociado” como en Puerto Rico, ni con los llamados Departamentos de Ultramar como en Guadalupe y en Martinica, ni por la concesión de caducas autonomías como en Trinidad-Tobago. La lucha por la independencia de territorios sometidos todavía al dominio colonial norteamericano o europeo, está vinculada históricamente a la gran batalla de nuestros pueblos por la erradicación del neocolonialismo y la derrota del imperialismo norteamericano en nuestra America.
No podemos hacernos ilusiones con una seudo-independencia en cualquier sitio de nuestro Continente, cuando el imperialismo norteamericano prepara sus armas con el propósito de  afianzar su posición de dominio en América Latina, imponiéndose una guerra colonial, que los pueblos se aprestan a rechazar con la guerra revolucionaria.
Las difíciles condiciones en que deben desarrollar sus luchas los revolucionarios de los territorios coloniales, nos obliga a ofrecerles una creciente y redoblada solidaridad, en los términos que ha declarado válidos esta Conferencia, por cuanto se funde esa lucha con la de todos los pueblos latinoamericanos por su total liberación.
En esta hora decisiva de combate frontal contra el imperialismo, que no reconoce fronteras para la explotación y el crimen, los revolucionarios de nuestra América, de la América de los mestizos, los zambos, los negros y los indios, de la América que se extiende de Río Bravo a la Patagonia, de la cuenca del Caribe a los Andes y el Amazonas,

PROCLAMAMOS:

Que los destacamentos revolucionarios de los pueblos coloniales constituyen legiones de nuestro gran ejército antimperialistas, combatientes por los mismos objetivos de liberación nacional. 
Y ante la realidad de una América doblemente cautiva, sometida al yugo colonial y a la dominación neocolonialista, proclamamos también el ineludible deber de alcanzar la liberación nacional de los territorios coloniales aún existentes en América y representados en esta Conferencia.

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